Esta temporada, las bajas están obligando a Zinedine Zidane a tirar de los veteranos -los únicos sanos- más de la cuenta. La columna vertebral del Real Madrid en los últimos años se ha visto exigida a dar el máximo este curso, para sacar adelante los partidos y mantener al equipo peleando hasta el final por la Liga Santander. La máxima expresión de esa columna vertebral está en Luka Modric. A sus 35 años, vive en su eterna juventud y apenas parece notar la carga de partidos. Contra el Granada volvió a jugar el partido completo, dando otro clinic sobre el césped de Los Cármenes.
El balcánico no descansaba. Zidane le quitó en el partido del domingo ante el Sevilla a falta de 25 minutos para que descansase y estuviera al cien por cien frente a los nazaríes. Y vaya si lo estuvo. En los primeros minutos logró marcar el primer gol del partido, su quinto en lo que va de temporada, y, además, aguantó los 90 minutos sobre el césped, siendo de nuevo el motor del juego del Real Madrid.
Pese a lo que pudiera suponerse, Modric no dio muestras de cansancio en ningún momento del partido. Si tuvo síntomas, supo taparlos. Su actuación, una vez más, fue sublime. El croata fue el mejor del partido, distribuyendo el balón a su antojo, ganando duelos, regateando y marcando. A su gol, que abrió el marcador, se sumaron otros tres pases clave, que pudieron aumentar las diferencias de los blancos.
Explotado por Zidane
Recital tras recital, Modric sigue confirmando que está en uno de los mejores momentos de su carrera. Cuando parecía, tras la consecución del The Best y el Balón de Oro en 2018 su carrera había tocado techo, el croata se empeña en seguir al máximo nivel. Su veteranía no es un problema y, aunque todo apuntaba que esta temporada iría dosificando sus minutos y pondría fin a su etapa en el Real Madrid, se ha encargado de darle la vuelta a la situación y demostrar que, por el momento, le aguantan las fuerzas.
Las ausencias constantes e importantes en lo que va de curso y el bajo nivel de algunos de sus compañeros, han obligado a Zidane a darle una sobreexposición al jugador, que ha aprovechado de la mejor manera. De hecho, se trata de la tercera temporada en la que Modric ha jugado más minutos desde que llegó al club, estando a tan sólo media hora -que debería superar el domingo- de pasar los 3.571 minutos que disputó en la 2018-19.
Sólo hay tres jugadores en la plantilla que hayan jugado más minutos que él. Zidane ha tenido que confiar en su columna vertebral y la respuesta no ha podido ser mejor, manteniendo al equipo vivo en Champions casi hasta el final y en Liga hasta, mínimo la jornada 37. Prueba de ello es que Courtois, Casemiro y Benzema sean los únicos futbolistas que han jugado más minutos que el balcánico.
Modric ha tenido presencia en casi todos los encuentros. Las lesiones esta temporada le han respetado y la fatiga sólo apreció hace un mes, en el partido ante el Cádiz, para el que Zidane le dejó directamente en Madrid. También descansó ante Osasuna hace tres jornadas. Aparte de esos dos encuentros, el croata sólo se ha perdido otros dos partidos: el de la primera vuelta ante el Granada y el de Copa del Rey frente al Alcoyano.
El equipo le necesita hasta el punto de que Zidane únicamente ha utilizado en más partidos a dos futbolistas. Sólo el propio Courtois y Vinicius cuentan con más participaciones esta temporada con el Real Madrid. Modric ha disputado 46 partidos esta temporada, jugando un total de 3.541 minutos, en los que además ha marcado cinco goles y repartido seis asistencias.
Eterna juventud
Pese a su edad, Luka Modric está demostrando tener la fórmula de la eterna juventud. Nada hacía indicar que esta temporada daría este nivel. El mediocentro terminaba contrato en junio y, todo apuntaba a que estos serían sus últimos partidos con la elástica madridista, tras nueve cursos vistiéndola. Sin embargo, ha demostrado que aún le queda fútbol en sus botas y que no hay jugador que por el momento sea capaz de sentarle.
Tras el Clásico ante el Barcelona de la primera vuelta, en el que marcó entrando desde el banquillo, se empezó a ver cómo el equipo seguía necesitando de él para dar su mejor nivel. Con el paso de los partidos, se hizo obvio la dependencia de este Modric, que se encuentra además en plena forma, lo que le sirvió para ganarse una renovación que es un hecho.
La guinda a esa renovación sería una Liga que, en gran parte, llevaría su firma. La sobresaliente temporada del Mago de Zadar puede completarse con un nuevo título que, si hay alguien que lo merece, es él. El balcánico ha tirado de galones, veteranía y calidad para acercar el campeonato a un equipo que ha contado con todos los factores en contra esta temporada. Por suerte, a Zidane le quedaba Modric.